El turismo rural en familia tiene una gran importancia en la isla de Gran Canaria, donde hay mucho más por explorar que sus soleadas costas. No se la conoce con el nombre de “continente en miniatura” por nada sino porque en su pequeña geografía condensa paisajes de todo tipo. ¡Es como viajar por el mundo sin salir de la isla! Os animamos a conocer la isla de Gran Canaria desde otro punto de vista, el del turismo rural.
Temperaturas suaves todo el año No hace falta esperar al verano para disfrutar de todo lo que ofrece Gran Canaria ya que durante todo el año mantiene un clima amable y suave con una temperatura media anual de 24 grados y agradables brisas. Este ambiente es perfecto para viajar con los niños ya que se sentirán cómodos y llenos de energía ya sea haciendo senderismo o jugando en la playa. Este constante bienestar de nuestros hijos también facilita que nosotros, como padres, podamos estar un poco más relajados. Además, este ambiente hace que encontremos en Gran Canaria fauna y flora exótica no solamente en los lugares seleccionados para ello como el Jardín Botánico Viera y Clavijo o Palmitos Park sino prácticamente en cualquier sitio al que vayamos. Y no, no será aburrido al cabo de un rato ya que los múltiples paisajes de los que hablábamos antes favorecen que plantas y animales vayan cambiando a su vez. Palmerales, desiertos, zonas volcánicas y playas nos sorprenderán con sus distintos ecosistemas.





