El agua ofrece y genera sensaciones únicas, nos gusta y nos hace disfrutar: nos relaja pasear junto a un río o una playa, sonreímos cuando descubrimos un salto de agua, caminamos horas para contemplar una cascada y nos encanta disfrutar de un baño refrescante en verano. Álava ofrece todo esto y más.
Muchas personas conocen esta provincia norteña por el rico patrimonio histórico de sus pueblos y ciudades; la atractiva oferta cultural y de ocio de su capital Vitoria-Gasteiz; las bodegas y viñedos de Rioja Alavesa; o espacios únicos como el Valle Salado de Añana.
Sin embargo, son menos las que conocen que Álava esconde entre sus montañas el salto de agua más alto de España, lagos naturales, cañones, espectaculares cascadas y playas de interior con bandera azul rodeadas de bosques y colinas donde bañarse o, simplemente, relajarse…
Ofrecemos en estas páginas algunas pistas sobre las rutas y paseos más interesantes para descubrir en familia estas auténticas joyas de este patrimonio natural. Son rutas y paseos sencillos que lucen más espectaculares que nunca en estos meses de otoño.
1. Salto del Nervión, vértigo en estado puro
El río Nervión alumbra al poco de nacer el salto de agua más alto de España y uno de los más importantes de Europa: 222 metros de desnivel que ofrecen al caminante un espectáculo natural magnífico.
Hay dos formas de disfrutarlo. La primera a través de un mirador en su zona más elevada que se alcanza tras un agradable y corto paseo; la segunda, más interesante si cabe, mediante el cañón de Delika que parte del pueblo alavés del mismo nombre.
Son cinco kilómetros acondicionados siguiendo el curso del río donde disfrutar de pequeñas cascadas, puentes históricos y la compañía habitual de caballos que pastan en las praderas.
Ambas tienen como protagonista el agua y la Sierra Salvada, un imponente conjunto montañoso de perfil irregular que se extiende a lo largo de 20 kilómetros.
Cerca, en la pequeña localidad de Goiuri, podemos contemplar otro gran salto de agua de más de 100 metros de caída.
Un consejo: visitar estos saltos de agua en época de lluvias o en fase de deshielo tras días de nieves para ser testigos de un espectáculo irrepetible.
2. Playas de interior con bandera azul
En Álava sí es posible disfrutar de un día de playa y dejarnos envolver por algo más que arena y agua salada, porque en Álava las playas son de interior, pero muy recomendables para una desconexión del asfalto y una buena conexión con el entorno natural. También en otoño.
Tres mares interiores adornan Álava. En ellos, se reflejan montes, prados y caseríos. Son ideales para pasear, pescar, hacer deporte y también, por qué no, visitar sus playas. Varias de ellas lucen bandera azul en reconocimiento de la calidad de sus aguas y servicios.
A unos 15 kilómetros de Vitoria-Gasteiz el embalse de Ullibarri-Gamboa acoge dos de ellas: las playas de Garaio Sur y Garaio Norte. Suman más de dos kilómetros y medio de longitud y están dotadas de zonas arboladas y de esparcimiento conformando el parque provincial de Garaio.
No muy lejos, en el pueblo de Landa, encontramos la playa del mismo nombre. Landa se ha convertido en un referente de primer orden en actividades lúdicas y deportivas (pesca, piragüismo, windsurf, paseos, etc.) y cuenta además con un área recreativa con zona acondicionada para el baño.
Las aguas del embalse de Ullíbarri-Gamboa están rodeadas de un camino artificial de 45 kilómetros por el que se puede pasear, andar en bicicleta, etc…
3. Lagunas de Laguardia… entre viñas
Cuatro lagunas forman el Biotopo Protegido de Laguardia, un importante humedal de gran importancia tanto desde el punto de vista geológico como por la flora y fauna peculiar que acoge. No en vano, está incluido en la Red Natura 2000 y cuenta con la calificación de zona húmeda de Importancia Internacional.
En su ribera habitan especies como azulones, fochas, zampullines, somormujos, o aguiluchos laguneros, así como una colonia de martinetes y garzas reales e imperiales, asentada desde hace décadas en sus carrizales. No olvidéis los prismáticos para avistarlos.
El humedal de Prao de la Paul dispone de camino que lo bordea y cuenta con zonas de fácil observación de aves ideales para disfrutar en familia
Estos humedales están rodeados de viñas que ofrecen en otoño un espectáculo de colores ocres, tejas y amarillos con la silueta de Laguardia y la sierra de Cantabria en el horizonte.
4. Barranco de Igoroin: agua y cortados
El barranco de Igoroin se encuentra bajo los montes de Iturrieta y el pueblo de Musitu nos ofrece uno de sus mejores accesos. Desde esta localidad, siguiendo la calle San Martín y tomando el primer camino a la derecha, nos adentramos en la masa boscosa declarada Reserva Forestal.
La senda discurre siempre por la margen derecha del río Igoroin, que en la época de estiaje ve disminuido su caudal dejando a la vista pequeñas pozas. Después de aproximadamente 2,5 kilómetros, llegamos a la parte alta del recorrido y desde el mismo camino podemos contemplar, a la derecha, un magnífico salto de agua.
Se trata de una de las rutas más transitadas de la comarca de Montaña Alavesa y, pese a ello, nunca defrauda: espectaculares cortados, cascadas y el premio final de la ermita de Santa Teodosia.
5. Desfiladero del río Purón
Probablemente sea una de las rutas fluviales más interesantes para las personas amantes del senderismo. Además de recorrer uno de los ríos con mejor estado de conservación de Euskadi, podremos disfrutar del espectacular relieve calizo de la sierra de Árcena y de uno de los valles fluviales más bellos del norte de España.
Desde Lalastra, se toma el camino señalizado que queda enfrente del Centro de Interpretación de Valderejo y se camina entre setos, pinares y antiguos muros. Al poco, se divisa casi la totalidad del parque y un interesante panel informa sobre la transformación del paisaje.
El río Purón es el eje vertebrador del valle de Valderejo, un territorio bello y aislado que fue declarado primer parque natural de Álava en el año 1992. Cubierto de bosques, sembrado de pequeños pueblos y atravesado por este desfiladero bajo la atenta mirada del buitre leonado, es lugar ideal para los amantes del trekking.
6. Cascadas de la Tobería, un espectáculo
Verdadero espectáculo fluvial, localizadas en el pueblo de Andoin, en el municipio de Asparrena. La ruta fluvial comienza en la plaza de Andoin, donde se encuentra un panel explicativo con un recorrido en pendiente moderada de 1,2 km que discurre por la vertiente norte de la Sierra de Entzia.
En toda la zona, la filtración del agua a través de las rocas calizas y dolomías, modela un relieve en el que destacan grietas, lapiaces, cuevas y dolinas.
Las cascadas del Molino de Oteo y Aguaqué son otros saltos de agua muy recomendables accesibles por caminos de gran belleza.
7. Humedales de Salburua… Sin salir de Vitoria-Gasteiz
Salburua es una zona húmeda dentro de Vitoria-Gasteiz formada por varias lagunas -Arcaute y Betoño son las principales-, junto con prados y un pequeño robledal. Desecada siglos atrás para transformar la zona en campos de cultivo, los trabajos de recuperación iniciados en 1994 han revertido esta situación y es en la actualidad uno de los humedales continentales más valiosos de Euskadi.
Salburua es uno de los parques que forman el Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz, cuenta con 296 hectáreas y ofrece un espacio natural para el disfrute de locales y visitantes. Puede recorrerse a través de diversos itinerarios que rodean y conectan las lagunas principales.
No os perdáis Ataria, el Centro de Interpretación de los Humedales de Salburua, un espacio interactivo donde los niños/as disfrutarán a base de bien y que, junto dos observatorios de aves, ayudan a conocer la riqueza natural del lugar y a disfrutar del mismo.
Más información sobre estas propuestas y otras en la guía ‘Empápate de Álava’ que puede descargarse en alavaturismo.eus